lunes, 29 de diciembre de 2014

Tacones: amigos o enemigos?

Los zapatos de tacón son un aliado de las mujeres, podría decir incluso que sirven como terapia cuando una se encuentra de bajón, pero también esconden en su maravillosa silueta, una tortura que las chicas soportamos por vernos guapas, una más de todas a las que nos sometemos por este motivo (depilación, tintes...)
En estos días de fiestas, comidas, cenas y diferentes tipos de eventos, las mujeres, incluso las que no lo hacen normalmente, usamos más tacones que durante todo el año. 
Y aquí llega la pregunta: ¿Cómo aguantar todas esas horas subidas en nuestros tacones favoritos? 


Puede que ya hayáis pagado las consecuencias, pero aún quedan fechas especiales, y yo, me niego a renunciar a los tacones para mis outfits de estas fiestas. Ya lo decía Christian Louboutin, “los tacones son un doloroso placer” pero los pies no están diseñados para caminar sobre zapatos altos y la mayor parte de las veces su uso produce dolores, hinchazón, ampollas o rozaduras, o  actuaciones tales como verte caminando por la calle como las muñecas de Famosa dirigiéndose al portal. 

 
Me encantan los tacones, estilizan, cambian un look por completo, y para la mayoría de nosotras no hay evento sin un mínimo de 9 centímetros de más.
¿Me harán daño? ¿Llegaré al final de la noche sin tener que cambiarte de zapatos? O, peor aún, estaré sentada toda la noche? Antes de subirte en unos taconazos debes tener en cuenta algunos trucos que pueden ayudarte para soportarlos, estos son los que me han servido a mí, en mis años de experiencia taconeando.


- Si no estás acostumbrada a llevar tacones, no te pongas unos nuevos y demasiado altos por primera vez para una fiesta. No aguantarás mucho tiempo, estarás incómoda y el dolor será insoportable. Opta por algo más cómodo, incluso Manolo Blahnik, el mejor embajador del calzado español en el mundo, ha confesado que su altura favorita son los tres centímetros (es el llamado 'Kitten heel' o tacón de gatita que el mismo creó). Los tacones anchos también son más confortables que unos de aguja, y pueden ser igual de bonitos.
Una buena opción cuando vas a estrenar zapatos de tacón es ensayar unos días  antes del evento en casa.

 
 

Navegando por la red he encontrado esta escala de tacones que es bastante realista...

- Cuando estás de pie sin moverte durante mucho tiempo es la forma en la que nuestros pies duelen más. Si estás en un cóctel y no en una cena con mesas y sillas intenta caminar de cuando en cuando, con pasitos cortos, se camina mejor y dominas más el zapato sin tener que hacer tanta fuerza para sujetarlo, y también, por supuesto, hacer pequeños descansos sentándote cuando puedas.


- Ojo con la talla, y con los cambios de temperatura y estación: los zapatos de tacón que te quedan un poco grandes son aún más incómodos; procura que se ajusten perfectamente al pie y que no tengas además que sujetarlos para no perderlos haciendo fuerza con el empeine.
Para ayudarte en este tema opta por diseños que se enganchan al tobillo con pulsera por ejemplo.


- Los zapatos con plataforma son un buen aliado: un par de centímetros más en la suela te puede permitir llevar un tacón más cómodo de unos 7 centímetros que, en realidad, equivalen a 9.


Cuidados "paliativos"

- Desde hace años, existen en el mercado unas almohadillas que se colocan en la suela del pie, al comienzo de los dedos. Están creadas para aliviar la presión de todo el peso del cuerpo en esa zona, no hacen milagros pero son una solución.


- También es un buen método de prevención aplicar sticks o sprays antifricción en las áreas más problemáticas (como el talón y la punta) antes de ponernos los tacones para evitar que se produzcan las molestas rozaduras.


 - El truco de meter los zapatos al congelador solo me ha funcionado con zapatos de piel y siempre antes de estrenarlos, pero al ponértelos tras unas horas en el congelador su forma se  adapta a la de tu pie, asi también se evitan rozaduras y ganas algo de comodidad.

- Si al dolor insoportable que puede llegar a ser llevar tacones, le añadimos que las suelas son resbaladizas, el suplicio será mucho peor. Para evitarlo, existen unas pegatinas antideslizantes que se colocan en la parte delantera de la suela o también se puede recurrir al remedio casero de hacer una serie de cortes en esta zona del zapato con ayuda de unas tijeras o un cuchillo.

- Y para terminar, el último recurso para soportar los tacones: cambiarlos por un par de zapatos planos de repuesto que llevas en el coche o el bolso y evitar así  terminar bailando descalza con los pies negros o sentada toda la noche. Por eso, distintas firmas venden bailarinas plegables muy monas (con bolsita y todo) para que puedas llevarlas cómodamente en el bolso y usar ante unos tacones que pretenden amargarte la fiesta.


Sea como sea, el caso es acabar el evento dignamente con tus tacones: sobre ellos o con ellos en la mano, lo que no podemos consentir, es que nos amarguen la fiesta!


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario