Qué difíciles son los comienzos para una nueva aventura empresarial: mucho esfuerzo, gastos, tiempo invertido, ilusiones...cosas buenas y no tan buenas que dan vértigo cuando te lanzas a tener tu propio negocio.
Pero la recompensa también puede ser grande, que digo grande, enorme, cuando puedes llegar a celebrar tu 25 aniversario en el negocio, esto es lo que se recoge del resultado de mucho trabajo y bueno, el cuarto de siglo de éxito como el de Peluquería Silvia Moya.
El pasado sábado día 28 tuve el honor de poder asistir al desfile organizado en La Cuna del Cierzo por este motivo, como siempre en un desfile: nervios, carreras, detalles de última hora y mucha gente.
Aquí os dejo unas fotos previas en el backstage de los y las fantásticas modelos momentos antes de salir a la pasarela.
Ya disculpareis la calidad de las fotos, ya que son con el móvil, pero ya sabéis, las cosas del directo...
Una vez empieza el espectáculo, un vídeo resumen con imágenes de esos 25 años de trabajo rodeada de su equipo, amigos, clientes...que da paso al desfile para mostrar una pequeña pincelada de todo lo que es su trabajo en peluquería y maquillaje.
Recogidos espectaculares, de fiesta, más rockeros, años 60, años 40... y también peinados de hombre para acompañar a las espectaculares modelos y sus peinados.
Los momentos siguientes, mostrando la complicidad que tiene Silvia con sus clientas en general, pero como no puede ser de otro modo, con sus novias.
Así de preciosa lucía esta novia de desfile, como tantas que han pasado por sus manos!
Y como final, un pase general de todos los modelos (maravillosas las damitas que llevaba esta novia, entre ellas mi sobrinita!) posado general y después de los agradecimientos de Silvia a todos sus colaboradores, amigos y clientes, llegaron los agradecimientos para ella porque es fantástica, como profesional y como amiga.
Para acabar este post, os dejo dos fotos: la primera, de Silvia, Miriam y Amanda, un gran equipo de profesionales; y la siguiente, el posado de la protagonista con sus amigas, entre las que orgullosamente me encuentro.
En resumen, una tarde excelente, tanto como la anfitriona, ¡ENHORABUENA!
