lunes, 29 de diciembre de 2014

Tradiciones Fin de Año

Tradiciones, historias y costumbres que pasan de abuelos a padres, y de éstos a los hijos, y a los hijos de sus hijos...todos tenemos tradiciones familiares, y en el mundo existen infinidad de costumbres de todo tipo para celebraciones y momentos especiales: tirar arroz en las bodas, procesiones religiosas para pedir lluvia, comunicación con silbidos en La Gomera... todo un sinfín de costumbres, ritos y tradiciones heredadas, algunas no se sabe ni su origen, ni su inicio, pero perduran en el tiempo, generación tras generación.

Hoy, Fin de Año, en este último post de 2014, os voy a hablar de algunas curiosas tradiciones que se celebran por este motivo, despedir el año ya pasado y recibir el nuevo que nos traerá todo lo bueno (esperemos que así sea, verdad?).

Cuando yo era pequeña, en un día como hoy, mi yaya siempre me preguntaba lo mismo cuando llegaba a su casa para la cena: "Marta, ¿has visto por la calle al hombre que tiene tantas narices como días tiene el año?"....y ahí me quedaba yo un rato pensando, que era imposible que un hombre tuviese 365 narices en la cara y no lo hubiese visto, "Solo sale este día", me decía ella riendo, y yo no lo podía concebir, que monstruosidad! Al final, ella me lo explicaba, y nos reíamos las dos, todos los años lo mismo, aunque yo ya lo supiese, y ahora soy yo la que les hago la pregunta a mis sobrinas, y se la haré a mi hijo, es una tradición, que no quiero perder. A mi abuela, ya se lo hacía la suya, y es un recuerdo alegre y divertido de mi infancia.


Tras este momento de nostalgia personal, os cuento, como ya sabéis, porque seguramente lo hacéis en casa, que la tradición de Nochevieja más seguida en España es comer doce uvas acompañando las doce campanadas que anuncian la llegada del nuevo año, pero hay muchas más, en este post voy a comentar las que yo he practicado y sigo practicando, aunque he tenido que renunciar a algunas por falta de manos!


Tomar las uvas: esta tradición se remonta a hace más de cien años, por un excedente de cosecha, y en las casas aprovecharon para tomar las uvas la última noche del año, así de simple, pero aquí estamos hoy con las uvas preparadas, cien años después. 
El número de uvas coincide con dos puntos clave: en primer lugar, doce son los meses del año. Además, las doce es una hora que coincide con el final del año y el principio del siguiente. El problema llega cuando confundes los cuartos con las campanadas, te entra la risa por ver a todos afanados en hacerlo a tiempo, o las campanadas van más rápido de lo que nuestras mandíbulas y garganta pueden aguantar...mucho ojo!



Ropa interior roja: de encaje, con pedrería o liso. Da igual el tipo de estampado o tela con el que se haya fabricado la ropa interior que lleves en Nochevieja, siempre y cuando sea roja. Poco se sabe del inicio o el origen de esta tradición aunque lo que si sabemos es que llevando este color bajo la ropa no faltará el amor ni la pasión durante el nuevo año que comienza.



Los deseos: hay que escribir los deseos para el año nuevo en un papelito que debes quemar al inicio de las campanadas, y, si se quema por completo, se cumplirán. Hay otra versión que es básicamente igual, pero lo que escribes en el papel, son las cosas malas que quieres borrar del año viejo y no te acompañarán en el nuevo.



Oro: Tras las campanadas, todo el mundo brinda por el nuevo año y, si has introducido previamente un anillo de oro en la  copa, pongamos de champán, el primer sorbo tras el brindis te traerá dinero y fortuna en el nuevo año. Con un anillo es suficiente, no hace falta llenar la copa con todo lo que tenéis en el joyero, no es proporcional, y hay que tener cuidado de no tragárselo al beber, no seríais los primeros...



Pata coja: Hay que empezar con buen pie, siendo el bueno el derecho, así que mientras os comeis las uvas, hay que estar a la pata coja sobre el pie derecho hasta que terminen las campanadas (por experiencia personal en este punto, os diré que sirve con subir el izquierdo en una silla, es harto complicado comer uvas a tiempo, quemar el papelito y hacer todo esto a la pata coja!)



Estas son mis favoritas, pero seguro que hay muchísimas más, como por ejemplo, la tradición que me parece la más romántica: en Estados Unidos no puede faltar el beso de medianoche. Los estadounidenses creen que no dar un beso justo después de las doce de la última noche del año asegura 365 días de soledad.

Lentejas en Italia, ropa de lunares en Filipinas, monstruos en Escocia, platos rotos en Dinamarca...infinidad de ritos y costumbres para todos los gustos, no os parece?

Lo más importante es celebrarlo con las personas a las que quieres, y esperar el nuevo año con ilusión y ganas, si tenemos salud, todo lo demás, lo podemos conseguir!

STYLE & PARTY 
FELIZ AÑO NUEVO


Tacones: amigos o enemigos?

Los zapatos de tacón son un aliado de las mujeres, podría decir incluso que sirven como terapia cuando una se encuentra de bajón, pero también esconden en su maravillosa silueta, una tortura que las chicas soportamos por vernos guapas, una más de todas a las que nos sometemos por este motivo (depilación, tintes...)
En estos días de fiestas, comidas, cenas y diferentes tipos de eventos, las mujeres, incluso las que no lo hacen normalmente, usamos más tacones que durante todo el año. 
Y aquí llega la pregunta: ¿Cómo aguantar todas esas horas subidas en nuestros tacones favoritos? 


Puede que ya hayáis pagado las consecuencias, pero aún quedan fechas especiales, y yo, me niego a renunciar a los tacones para mis outfits de estas fiestas. Ya lo decía Christian Louboutin, “los tacones son un doloroso placer” pero los pies no están diseñados para caminar sobre zapatos altos y la mayor parte de las veces su uso produce dolores, hinchazón, ampollas o rozaduras, o  actuaciones tales como verte caminando por la calle como las muñecas de Famosa dirigiéndose al portal. 

 
Me encantan los tacones, estilizan, cambian un look por completo, y para la mayoría de nosotras no hay evento sin un mínimo de 9 centímetros de más.
¿Me harán daño? ¿Llegaré al final de la noche sin tener que cambiarte de zapatos? O, peor aún, estaré sentada toda la noche? Antes de subirte en unos taconazos debes tener en cuenta algunos trucos que pueden ayudarte para soportarlos, estos son los que me han servido a mí, en mis años de experiencia taconeando.


- Si no estás acostumbrada a llevar tacones, no te pongas unos nuevos y demasiado altos por primera vez para una fiesta. No aguantarás mucho tiempo, estarás incómoda y el dolor será insoportable. Opta por algo más cómodo, incluso Manolo Blahnik, el mejor embajador del calzado español en el mundo, ha confesado que su altura favorita son los tres centímetros (es el llamado 'Kitten heel' o tacón de gatita que el mismo creó). Los tacones anchos también son más confortables que unos de aguja, y pueden ser igual de bonitos.
Una buena opción cuando vas a estrenar zapatos de tacón es ensayar unos días  antes del evento en casa.

 
 

Navegando por la red he encontrado esta escala de tacones que es bastante realista...

- Cuando estás de pie sin moverte durante mucho tiempo es la forma en la que nuestros pies duelen más. Si estás en un cóctel y no en una cena con mesas y sillas intenta caminar de cuando en cuando, con pasitos cortos, se camina mejor y dominas más el zapato sin tener que hacer tanta fuerza para sujetarlo, y también, por supuesto, hacer pequeños descansos sentándote cuando puedas.


- Ojo con la talla, y con los cambios de temperatura y estación: los zapatos de tacón que te quedan un poco grandes son aún más incómodos; procura que se ajusten perfectamente al pie y que no tengas además que sujetarlos para no perderlos haciendo fuerza con el empeine.
Para ayudarte en este tema opta por diseños que se enganchan al tobillo con pulsera por ejemplo.


- Los zapatos con plataforma son un buen aliado: un par de centímetros más en la suela te puede permitir llevar un tacón más cómodo de unos 7 centímetros que, en realidad, equivalen a 9.


Cuidados "paliativos"

- Desde hace años, existen en el mercado unas almohadillas que se colocan en la suela del pie, al comienzo de los dedos. Están creadas para aliviar la presión de todo el peso del cuerpo en esa zona, no hacen milagros pero son una solución.


- También es un buen método de prevención aplicar sticks o sprays antifricción en las áreas más problemáticas (como el talón y la punta) antes de ponernos los tacones para evitar que se produzcan las molestas rozaduras.


 - El truco de meter los zapatos al congelador solo me ha funcionado con zapatos de piel y siempre antes de estrenarlos, pero al ponértelos tras unas horas en el congelador su forma se  adapta a la de tu pie, asi también se evitan rozaduras y ganas algo de comodidad.

- Si al dolor insoportable que puede llegar a ser llevar tacones, le añadimos que las suelas son resbaladizas, el suplicio será mucho peor. Para evitarlo, existen unas pegatinas antideslizantes que se colocan en la parte delantera de la suela o también se puede recurrir al remedio casero de hacer una serie de cortes en esta zona del zapato con ayuda de unas tijeras o un cuchillo.

- Y para terminar, el último recurso para soportar los tacones: cambiarlos por un par de zapatos planos de repuesto que llevas en el coche o el bolso y evitar así  terminar bailando descalza con los pies negros o sentada toda la noche. Por eso, distintas firmas venden bailarinas plegables muy monas (con bolsita y todo) para que puedas llevarlas cómodamente en el bolso y usar ante unos tacones que pretenden amargarte la fiesta.


Sea como sea, el caso es acabar el evento dignamente con tus tacones: sobre ellos o con ellos en la mano, lo que no podemos consentir, es que nos amarguen la fiesta!


 

jueves, 18 de diciembre de 2014

La Ruta de las Tiendas: Do it yourself!

Buenos días! Empieza un nuevo día, y con él miles de cosas por hacer, como siempre.
Una de mis tareas pendientes es comprar algunos regalitos que me faltan para estos días: Papá Noel, Reyes, Amigo invisible...supongo que a todos nos quedan algunos de estos recados siempre para última hora, así que hoy en la Ruta de las Tiendas os voy a hablar de una pequeña tienda con miles de ideas para regalar: DeLauro.



Es una tienda situada en la calle Méndez Núñez 20, en el centro de Zaragoza.

Una vez que te paras en su escaparate puedes ver algunas de sus creaciones, unos complementos ideales para animar estos looks de Navidad o como detalle para regalo.
Tienen millones de artículos dónde elegir: pulseras, collares, diademas, y uno de los complementos más de moda de este otoño - invierno: los cubre botas.




Lo cierto es que este complemento está muy extendido en otras ciudades pero no he encontrado muchos sitios en Zaragoza donde encontrarlo. Con un toque étnico muy divertido puedes conseguir este complemento por separado o también incluso las botas por un precio más que asequible para estar a la moda.

Respecto a otros complementos, sus creaciones pueden encajar desde el look más sencillo hasta el más sofisticado dada la gran variedad de estilos y precios. Aquí os dejo varios ejemplos:

Pulseras étnicas
Pulseras con perlas y cristal
Collar cadena y perlón
Collar de plumas 

Y aquí viene la clave para mi en DeLauro: puedes hacer también tus propias creaciones ya que tienen infinidad de accesorios: plumas, perlas, cadenas... te asesoran e incluso se puede participar en talleres Do it yourself.


Así que ya sabéis: tanto si sois mañosos como si no, o si queréis tener un complemento totalmente exclusivo y diseñado por vosotros visitad DeLauro, no os faltarán ideas para regalar!


lunes, 15 de diciembre de 2014

Árbol de Navidad: Decoración fácil y barata

Buenas tardes! Ya hace unos días que publiqué un post sobre la decoración navideña, pero he pospuesto este momento en mi casa todos estos días porque no me apetecía decorar el árbol de Navidad como siempre, pero tampoco quería gastar mucho dinero en una decoración nueva.

Vistas las tendencias en decoración y lo que he visto por aquí y por allá, me decidí por reutilizar solamente el árbol (por supuesto ya que me encanta el tamaño) y unas bolitas para el árbol con forma de cabeza de Mickey Mouse que ya tenía en casa pero quería comprar cintas y luces con formas divertidas ya que al que más le importa y le gusta el árbol de Navidad en casa es a mi pequeño de 19 meses.

Así que un día haciendo la compra semanal en un hipermercado cerca de casa me di una vuelta por la sección de artículos navideños y compré todo lo que me hacía falta por menos de 20 euros.

Lista de la compra para mi árbol:

- Spray nieve 
- Rollo cinta plateada lisa
- Rollo cinta plateada y blanca con estrellas
- Rollo cinta plateada y blanca con lacitos
No necesitaba tanta cinta pero era un 3x2
- Luces divertidas


Ahora os cuento cómo, en media hora escasa y por ese presupuesto que os comentaba antes he dejado mi árbol sencillo pero precioso.

El árbol sintético que tengo en casa es bastante grande y de color verde, así que con el spray de nieve le he dado unos toques muy leves para que parezca con escarcha de nieve, tampoco lo quería poner totalmente blanco ya que en mi opinión, se veía menos natural.



Después, he colgado las bolitas-Mickey  rojas con detalles blancos de forma aleatoria (solamente tengo 8 de esas, las compré en Disney World estando embarazada a modo de antojo ya que eran carísimas para ser bolitas de árbol!).




Una vez colocadas las bolitas, con las cintas plateadas de dibujos, he hecho unos lazos y los he puesto salteados.


Mi siguiente paso ha sido colocar las luces, son sólo tres tiras: unas estrellas para la parte superior, los muñecos de nieve en la parte central, y en la parte inferior he dejado a los renos. A que son monísimos?


Ahora, con la cinta plateada lisa, he cortado trozos de diferentes largos y los he ido colocando como dejados caer, sin colocarlos mucho ni cuadrar las larguras, y para la punta, he cortado cuatro o cinco cintas más, también de diferentes tamaños y las he atado todas juntas sin hacer lazo.


Ahorro-consejo: Con la cinta que me queda en los rollos, adornaré los regalos de estos días.

Finalmente, en lugar de poner la estrella de siempre en la punta del árbol, he decidido poner un ángel muy especial que me regaló mi hermana hace años y al que le tengo mucho cariño.


Y éste es el resultado final:




Creo que las fotos no hacen justicia a lo bonito que está en directo, pero bueno, sólo os diré que cuando he encendido las luces, mi pequeño ha aplaudido, así que si a él le gusta, está perfecto para mi!

viernes, 12 de diciembre de 2014

París: Oh là là

Viajar a París, una de las imágenes mentales que tenía desde niña: ver la Torre Eiffel, los salones del palacio de Versalles, pasear por los Campos Eliseos, ver los pintores en Montmartre, en fin, lo que había visto en las películas, todo tenía un entorno romántico, cenas a la luz de las velas, una declaración de amor a orillas del Sena... Todo esto fue cambiando, se fue desdibujando de mi mente, París está aquí al lado, siempre había un destino que me parecía una opción mejor, a París se puede ir en cualquier momento, ya iremos... y aquí estoy yo, con casi 34 y sin ver la ciudad del amor! Pero en esta ocasión, (he de decir que incluso un poco presionada al principio) no me lo perdía, no podía seguir posponiendo el conocer París, todo el mundo dice que es maravilloso (y muy caro también!) así que este post, va de viajes, de mi primer viaje a París. 


Tras un vuelo corto de aproximadamente dos horas desde Zaragoza, llegamos a Beauvais, un precioso  lugar por lo poquito que he podido ver desde el avión, un lugar con un encanto especial, como los que aparecen en las películas, la famosa campiña francesa, y que te transportan a otras épocas, por el tipo de arquitectura de sus casas y edificios principales.

Todo esto influye, pero mi idea preconcebida de París, de Francia en general era una: el gris. 
Nos recibe el gris en el cielo, una mañana fría y nubosa con algo de lluvia que me provoca una sensación de alegría; por que era lo que yo esperaba y por supuesto, algo que me encanta, el halo de melancolía que envuelve los paisajes.
Ahora ya, camino a París, el calor en el interior del autobús, las preciosas imágenes que voy grabando en mi retina de campos húmedos y verdes, con pinceladas del otoño en su gama de tonos marrones y ocres, me dicen que este viaje, va a ser muy especial.

Qué decir de una ciudad tan enorme como bonita, cualquier calle o rincón posee algún detalle que te llama la atención: los edificios, portales o pequeñas tiendas de barrio son preciosas, y por supuesto, la gran cantidad de atracciones turísticas para visitar: la Torre Eiffel, Notre Dame, los Campos Eliseos, Sacre Coeur, la tumba de Napoleón en Los Inválidos, Montmartre, el Molin Rouge, los puentes del Sena... Aquí os dejo unas imágenes de mi tour en París (con mi boina parisina para adornar el look!)

Preparada...
Lista...Ya!
Campos Elíseos 
Sacre Coeur
Los Inválidos 
Tumba de Napoleón 
La Boheme en Montmartre 
Molin Rouge
Norte Dame 
Y la Torre Eiffel!

Una mención especial merece el Museo del Louvre, una visita obligada para los amantes del arte, así me veis en modo turista con mi audio guía, me lo pasé genial, pero hay que invertir bastante tiempo ya que 14,5 km de museo dan para mucho...







Y como también soy una apasionada de la moda no podía dejar de ir a la Place Vendome, una plaza que tiene las tiendas más chic (y caras) de París : Chanel, Dior, Hublot, Louis Vuitton...








Hasta vi algunos haciéndose el reportaje post-boda allí, un tanto original, la verdad.


Y algo más asequible, (pero sólo en según que planta te encuentres) son las galerias Lafayette, aunque solamente sea por su magnífica decoración navideña y lo bonito que es el centro comercial, merece la pena.



En resumen, como ya dijo Enrique IV : "París bien vale una misa" y para mí,  seguro que alguna visita más.